Análisis

Es una decepción, no un drama

No es fácil digerir la derrota tras una final, pero el Barça debe persistir y consolidar el esperanzador proyecto de Jasikevicius si quiere conquistar su tercera Euroliga

Jasikevicius protesta una decisión arbitral en la final, mientras sus ayudantes y Gasol intentan calmarlo / Friedemann Vogel / Efe

No es fácil levantar la cabeza y mirar al futuro después de ver cómo se escapa un sueño, como le ha sucedido al Barça en Colonia con la Euroliga. Jugadores como Kuric o Davies permanecieron un buen rato con la mirada perdida en el vestuario ante el puñetazo anímico por la derrota ante el Anadolu Efes.  Pau Gasol tendrá que digerir cómo se le escapa una oportunidad única que, a su edad, difícilmente volverá a presentarse. Para algunos, el sapo será aún más difícil de tragar. La decepcionante actuación de Mirotic aumentará el foco sobre el teórico líder de este equipo, al que se ve demasiado responsabilizado en partidos de tanta presión. “Hay que aprender de los errores cometidos”, admitió Mirotic, dando la cara tras la derrota. Seguramente, Jasikevicius es el primer enfadado consigo mismo por perder los nervios en una final, que necesita de mentes frías, y no habrá parado de darle vueltas a qué pudo hacer mejor para llevar al título al Barcelona, lo que deseaba con todas sus fuerzas.