Comités de expertos

Hacer un buen uso de los consejos científicos a los ciudadanos y a los políticos

La problemática planteada por la segunda dosis de la vacuna no es de ética sino de qué información dispone el ciudadano para tomar la decisión

Una enfermera prepara una dosis de la vacuna de AstraZeneca. / JOAN CORTADELLAS

Sería difícil no aceptar que las vacunas que han sido desarrolladas en un tiempo récord nos están ayudando a salir de la emergencia producida por el covid-19. La misma rapidez con que han sido desarrolladas hace que estén siendo aplicadas con unos niveles de incertidumbre en diferentes aspectos que han creado dudas a grupos de ciudadanos. Que haya varias vacunas basadas con tecnologías diferentes y producidas por grandes compañías farmacéuticas ha aumentado los niveles de confusión que llegan al ciudadano. Para los responsables políticos una manera de salir adelante cuando no saben qué hacer es consultar alguna comisión donde participan científicos. El último ejemplo nos lo ha dado el Gobierno español con la vacuna producida por AstraZeneca.