Apuntes

Diálogo, pero solo social

Sindicatos y patronales han sido capaces de múltiples acuerdos e incluso el Barça y el Madrid, pero no los políticos

Firma del pacto para prorrogar ERTE / FERNANDO VILLAR (EFE)

Pues bien, no podemos decir que España no sea un país de diálogo. Haberlo haylo. No en la política, donde escasea y se prioriza el rendimiento electoral a corto plazo y la bronca con cualquier motivo, pero sí, por ejemplo, en la economía (afortunadamente), donde ha funcionado hasta ahora. No podemos decir que no hayamos sufrido: la última prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ertes) hasta el 30 de septiembre casi provoca algún infarto, al llegarse a un pacto 'in extremis'.