Modelo económico

Inmigración: ni necesidad ni buenismo

El debate inmigratorio debe centrarse en ponderar adecuadamente costes económicos particulares y beneficios generales

Inmigrantes en situación irregular trabajando como jardineros en Montjuic, Barcelona.

Hace pocos días, el presidente Sánchez nos ilustró acerca de la situación del país en 2050: con la colaboración de ilustres colegas propuso un diagnóstico con el que, en sus líneas maestras, coincido y aplaudo. Porque, en los asuntos humanos, lo primero es siempre ganar la batalla de las ideas. Desde esta óptica, hay que convenir que el programa sirve para sentar las bases de necesarias, ya veremos si posibles, políticas para avanzar. Y aunque el documento (más de 600 páginas) da para mucho, desde aquí quisiera llamar la atención del lector acerca del reto del envejecimiento. Bienvenido sea que el Gobierno ponga en su antena esa preocupación, que siempre debiera haber estado ahí pero que, como muestra la ausencia de políticas de soporte a la familia, su presencia ha sido, más que tenue, imperceptible.

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