Elecciones en Madrid

La extrema derecha ocupa el vacío

El fanatismo en general crece y se reproduce aprovechando los espacios abandonados por la política convencional

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio  / JOSE LUIS ROCA

Aún siéndolo, lo más grave no es que, y perdonen la caricatura, Borja, coronel del Ejército del Aire, vecino de El Pardo, hijo y nieto de militares franquistas, vote a Vox. Lo que nos debiera de interpelar profundamente es, en cambio, el caso de Pili, dependienta ahora en casa por un erte, madre de tres hijos y con el marido en el paro. Pili va a apostar por Vox, igual que Borja y tantos otros en El Pardo o en las zonas más pudientes de Madrid. Pero, sin embargo, ella no vive en un barrio rico, sino en un barrio popular, en un piso pequeño. Pili y su familia tienen dificultades, y muchas, para llegar a fin de mes. Su padre, Manuel, ya traspasado, estuvo afiliado durante más de veinte años a la UGT.