Nuevas alianzas

Cumbre empresarial en Lledoners

Aparcar las guerras internas e ir a lo que interesa, que es la pasta, hete aquí la utilidad de las reuniones en el trullo

Imagen de archivo de Josep Rius y Elsa Artadi, en el aparcamiento de la cárcel de Lledoners, el pasado mes de abril. / Ferran Nadeu

A simple vista, puede parecer un chiste que la composición del 'governet' catalán se negocie en una cárcel. A la cárcel se va de visita, a disfrutar de un vis-a-vis o a colar una lima. Lo único que puede negociarse en una cárcel es si te ponen una chacha que te haga la cama y te limpie la celda, como pretendía Pablo Hasél. Tenemos suerte de TV-3, que para que nadie se confunda y se tome el encuentro por lo que no debe tomárselo, calificó de "cumbre" el hecho de que unos políticos vayan a preguntar a unos condenados por varios delitos, qué deben hacer para gobernar una autonomía. Son tantas las ganas de echarnos pisto, que el día que Junqueras asista a misa y se encuentre con el cura de la cárcel, el 'Telenotícies' informará de que han celebrado un cónclave.