Pros y contras

Pausa y desazón

Había una necesidad ineludible de salir a la calle y de ver gente. Y resulta que nos hemos dedicado a hacer colas en las librerías

Colas en los jardinets de Gràcia, en la ’diada’ de Sant Jordi. / Jordi Cotrina

Hay estudios científicos (más o menos científicos) que prevén una eclosión festiva, e incluso sexual, un notable relajación de las costumbres, cuando se termine todo esto de la pandemia. Las comparaciones con el siglo XX parecen anunciar un paralelismo con los 'Golden Twenties' o los 'Roaring Twenties', o como queramos llamar a esos años que vienen después de crisis colosales, después de las guerras y la devastación. No sé si será así, pero, en cualquier caso, la primera cata del desenfreno, todavía sometidos a las privaciones, ha sido el día de Sant Jordi.