Desde que empezó la negociación para la formación de un Gobierno independentista los movimientos de Junts per Catalunya (JxCat) han tenido un doble objetivo: desgastar a Pere Aragonès y acobardarlo. Cada día que pasa constituye un tormento para el candidato de Esquerra al que los seguidores de Puigdemont humillan sin piedad desde la presidencia del Parlament (Laura Borràs), desde la secretaría general de JxCat (Jordi Sànchez) y por parte de quien aspira a la vicepresidencia (Elsa Artadi). Estas sesiones diarias de ‘punching ball’ se combinan con arremetidas fanáticas desde las redes, con referencias al segundo apellido de Aragonès (Garcia) y otras lindezas. No es de extrañar que muchos se pregunten por qué Esquerra aguanta semejante acoso sin pestañear.
La tribuna
Puigdemont va de farol
El líder de JxCat acabará instando a los suyos a formar gobierno con ERC porque la pérdida de poder dejaría a la formación a la intemperie y sin posibilidad de gestionar el maná de los fondos europeos
Puigdemont, el pasado 24 de febrero, en el Parlamento Europeo. /
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia