Consell per la República

No es un carnet, es un recibo

Ahora, para prosperar será suficiente con mostrar al funcionario quisquilloso el Carnet de la Republiqueta para que se abran todas las puertas

Carnet del Consell per la República Catalana

Ser buen catalán se está poniendo cada vez más difícil. Si hasta el momento era suficiente con lucir un lacito amarillo noche y día, ahora debemos sacarnos el carnet. El Carnet de Buen Catalán es como el del Club Súper 3, pero en adulto y de pago. Igual que no hay chaval que no haya mostrado en clase el carnet del Súper 3, no hay lacista orgulloso de serlo que en una cena no saque el de la Republiqueta, que tal es el nombre oficial por más que todo el mundo sepa que se trata de un certificado de catalanidad. Ya iba siendo hora de que un documento indicara quién es catalán auténtico y quién lo es sobrevenido, que aquí hay mucho 'botifler' y así no hay forma de montar ni una Republiqueta ni nada. La otra opción, que era la de obligar a los no suficientemente catalanes a lucir un brazalete sobre la chaqueta, se ha descartado -de momento- por sus desafortunadas reminiscencias históricas.