Libros y etiquetas

Prejuicios

Quizá deberíamos empezar a hacerlas pedazos y simplemente dejarnos llevar, leer lo que sea, de quien sea, del género que sea

La librería Taifa de Barcelona, el pasado noviembre. / SERGI CONESA

“No me gusta la ciencia ficción”. “No soy mucho de cuentos”. “La poesía no me dice nada”. “¿Ensayo? Uf, qué aburrido”. Tan diversos que nos creemos y cuántos prejuicios literarios tenemos aún. Como en un gran armario lleno de cajones, vamos catalogando y separando las obras según la etiqueta que creemos más conveniente, y creemos que así aportamos diversidad y riqueza a la literatura, pero ¿hasta qué punto las etiquetas no son una excusa para compartimentarnos, para no salir los cajones donde nos sentimos más cómodos?

Temas

Libros