Conocidos y saludados

Una experiencia religiosa

Pere Aragonès durante el segundo debate de investidura en el Parlament. / Ferran Nadeu

Que la primera sesión de investidura para elegir al próximo President de la Generalitat se celebrara el Viernes de Dolores hubo quien lo entendió como un mal presagio. Lógico. En el ritual católico tradicional y popular, ya no en el canónico, el también llamado Viernes de Pasión se entiende como el inicio de la Semana Santa. Refleja el sufrimiento que espera a María a los pies de la cruz donde clavarán a Jesús. Un 'Stabat Mater' que los grandes compositores quisieron reconocer con docenas de celebradas creaciones y cuya letra Lope de Vega adaptó al castellano describiendo en verso «cuando triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena». Pero no fue. Y sin concretar a quien le hubiera correspondido el papel de quien, la metáfora buscó otro acomodo.