La tribuna

Saltarse el guion

Los postconvergentes ya tienen escrito el suyo: una constante, martirizar a los de Aragonès como traidores a Catalunya, y dos finales alternativos: vaciar su presidencia de contenido o ir a nuevas elecciones

Pere Aragonès y Laura Borràs, en el Parlament, tras la primera sesión del debate de investidura. / Ferran Nadeu

El viernes se consumó el primer acto de la sesión de investidura. Fallida: Pere Aragonès solo pudo contar con los votos de su grupo y de los nueve diputados de la CUP. Cuarenta y dos votos, la cifra más baja de toda la historia democrática del parlamentarismo catalán del postfranquismo. Y este martes, segundo acto.