Pros y contras

Salir a pelear

El paso adelante de Pablo Iglesias es un obstáculo en el camino que se antojaba de rosas para Isabel Díaz Ayuso

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en el Congreso de los Diputados en el mayo pasado / EFE / Ballesteros

Hay algo peor que hacer gala de una independencia que se confunde, demasiado a menudo, con deslealtad. Hay algo peor que contemplar la política como un tablero de ajedrez y jugar a sacrificar peones o caballos para beneficio propio sin reparar en los destrozos de la operación. Hay, sin duda, algo peor que ser un aliado incómodo, con una propensión irrefrenable hacia los focos. Sí, hay algo peor, mucho peor que ser un líder capaz de aunar ambición y tacticismo con un descaro bizarro: abandonar el combate por la comunidad de Madrid.