Análisis

La deriva de Siria

Una refugiada siria, exhausta, pasa con sus hijos a Turquía. / AFP / BULENT KILIC

Sin nada que celebrar, se cumplen diez años. Una década desde que el último aliento de las primaveras árabes impregnara de protestas las calles de Damasco. Aquel vendaval que acabó llevándose a los autócratas en Túnez y Egipto, pasó en Siria de la protesta contra el régimen de Bashar el Asad a una guerra civil. La irrupción más tardía entre los países árabes, pero su deriva ha sido la más intensa y su caída la más profunda.