La última encuesta del CIS ha concluido que uno de cada tres ciudadanos ha llorado por culpa de la pandemia. Y más de la mitad han reconocido que están "cansados o con pocas energías". Es decir, vivimos entre lágrimas y sin ganas. Si no estalla el llanto es que no tenemos ni siquiera voluntad, aturdidos como estamos ante el mundo extraño. Y si lloramos, gastamos todos los esfuerzos entristecidos por las pérdidas, ensimismados en nuestra dejadez.
Pros y contras
El aturdimiento
Habiendo perdido la presencia de espíritu (guardada, quizás, en el congelador) parece que vivimos en el paréntesis donde se nos han perturbado los sentidos
Una mujer observa a través de la ventana de su vivienda en Ourense durante el confinamiento, el pasado 19 de abril. /
Lo más visto
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra