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Acoso en las redes

La expansión de internet y las redes sociales ha permitido la organización y un enorme crecimiento de estructuras organizativas de mujeres a nivel mundial. Sin embargo, no todo está siendo positivo

Una joven ante su ordenador a punto de acceder a Instagram. / FERRAN SENDRA

Las redes sociales comenzaron a colarse en nuestras vidas en torno al año 2000. Veinte años después, han revolucionado la forma de relacionarnos, haciéndose además con el valor más importante que tienen para el mercado los y las usuarias: el tiempo. Millones de horas consumidas en una conversación sin fin en la que actúan, por un lado, seres anónimos y por otro, grandes personalidades sociales ('influencers', 'youtubers', 'gamers', etc) que consiguen monetarizar su intervención en ellas con gran rentabilidad económica. La mayoría de los seres humanos pagamos con nuestro tiempo, y unos pocos reciben grandes beneficios. Por encima de todo, las grandes empresas tecnológicas como Facebook, cuyos amos ganan muchísimo dinero y reparten poco trabajo.