Pros y contras

Islas y salvoconductos

Una dosis de la vacuna del coronavirus. / EFE

Tengo algunas dudas razonables sobre la implantación del certificado de vacunación. Me imagino, sobre todo, las circunstancias concretas, los escenarios, la casuística de quien exhibirá el salvoconducto como una especie de trofeo, como el anillo que lo convertirá en un señor incólume ante la amenaza del virus. Estos individuos podrán hacer de todo, ¿no es verdad? Podrán viajar e ir a conciertos con sus iguales, con todos aquellos que también disfruten de la carta blanca. Y volverán a vivir la ilusión de que son indestructibles.