Peccata minuta

Un vaso de agua clara

Recomendaría a sus señorías del PP, Ciutadans y Vox que, recogiendo el testigo del franquista Pemán, utilicen el catalán a la hora de embestir parlamentariamente contra sus adversarios, para así ser mejor comprendidos

El abuelo, Matías Prats, junto a José María Peman, en 1974. / EFE

Mi querida colega Emma Riverola, escritora y columnista de EL PERIÓDICO, acaba de debutar en la literatura en catalán con su novela 'Sal'. Declaró en una reciente entrevista: “En mi casa se hablaba castellano. (…) El catalán ha sido atacado por un Gobierno central que muchas veces ha despreciado las lenguas que no son el castellano. Recordemos a Wert. Y durante el 'procés' ciertos individuos han querido utilizar el catalán como un elemento más de combate. (…) Me costó atreverme, porque pensaba que quizá no utilizaría ese catalán tan puro y que se reconoce tanto. Pero no es desde el purismo y el castillo como se va a defender el catalán”.