Ciencia

Vacúnense, por favor

La inmunidad grupal nos permitirá recobrar vidas parecidas a las de antes de 2020, quizás mejores por un tiempo recordando el sufrimientos de tantos en esta época reciente

Una dosis de la vacuna. / EP

Estaba en una librería especializada ojeando las nuevas adquisiciones y el dependiente, conociendo que soy habitual de la tienda y mi oficio, se me acercó: «¿Qué crees de todo esto del covid-19? ¿Y de las vacunas?». Preguntas que me han hecho muchas personas estos últimos meses. Respondí lo que he contestado todo este tiempo y que está basado en los datos de los hechos de los que tengo información. El SARS-CoV-2 no fue originado artificialmente, las vacunas no son una forma de dar expresamente un beneficio económico a determinadas compañías farmacéuticas y no se trata de un complot planetario planeado por lagartos u otra orden secreta. Se trata de una enfermedad de nueva aparición debida a un virus cuyos parientes próximos ya habían originado patologías en cierta forma similares: el SARS-CoV, causando el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en 2002, y el MERS-CoV, causando el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012.