El peligro de las burbujas

Que no se atrofie tu empatía

Cuando nuestros círculos sociales se reducen, el 'nosotros' resurge con mucha fuerza y eso siempre va a cuenta de la separación de los 'otros'

Viandantes en una calle cubierta de nieve en Madrid este sábado La Comunidad de Madrid ha despertado este sabado cubierta con una espesa manta de nieve / BALLESTEROS

Lo que nos une como sociedad es precioso y frágil a la vez. La confianza se construye a fuego lento pero se rompe en un solo movimiento. La imperante distancia física y la organización de nuestra vida en la órbita de burbujas definidas y estables nos invita a habitar un paisaje homogéneo y redundante. Aunque nos empeñemos en vivir esta situación como transitoria, hay fracturas silenciosas que empiezan a penetrar nuestra experiencia ante lo ajeno, lo distinto, lo que no encaja con nuestra forma de ver el mundo. Al principio se nos hace confortable -qué bien ahorrarse la clásica discusión incómoda de Navidad al ser pocos-; cuando permanece corremos el riesgo de convencernos que nuestra verdad es la normal.Hace un año nuestros círculos sociales eran más amplios y nuestras casas estaban más abiertas. Decíamos que donde comen 6, comen 7 y ahora echamos precisas cuentas para todo. Si somos nuestras interacciones y cada vez tenemos menos, el resultado es que los vínculos estrechos se refuerzan, y el resto se debilitan. El 'nosotros' resurge con mucha fuerza y eso siempre va a cuenta de la separación de los 'otros'. Son malas noticias para la empatía y la tolerancia, y por ende para la cohesión social.