Victimismo ultra

Cosas de chavales

La intolerancia de nuevo cuño se apoya en la indulgencia de una sociedad que no quiere asumir que sus hijos más queridos puedan ser capaces de cualquier mal

Jake Angeli

Resulta que Jake Angeli, el icono del asalto al Capitolio de Estados Unidos, el chamán del gorro de búfalo y los tatuajes de runas nórdicas de gran poder, se ha negado a comer en prisión porque la comida no orgánica le sienta mal en la barriguita. Y lo hemos sabido porque ha sido su propia mami la que ha denunciado esta pavorosa violación de los derechos humanos, que a buen seguro provocará manifestaciones de solidaridad en todas las capitales del mundo, una nominación al premio Sajárov y una campaña intensiva de envío de paquetes con zumos de kale y 'buddha bowls' por parte de Amnistía Internacional. Porque la madre de Angeli, que es, por cierto, con quien vive, porque lo de recibir ayuda si no encuentras trabajo solo está mal cuando lo hacen los demás, ha salido a decir en una entrevista que su hijo es "una persona maravillosa y muy patriótica" y que "se lo ha demonizado".