En la embajada francesa de Londres, cuelga un cuadro de Alexandre Cabanel titulado 'El ángel caído' ('L'angedéchu', 1868). Hambriento de poder, cegado por la ambición, el ángel decidió rebelarse contra la jerarquía celestial, desencadenando un golpe de Estado que acabó desplomándolo desde las nubes hasta la Tierra dura y polvorienta. Aparte de la espléndida anatomía de Lucifer, el «portador de la luz», lo más interesante del cuadro radica en la mirada iracunda del vencido, un solo ojo enrojecido del que asoma una lágrima, más cargada de rabia que de tristeza por la pérdida. Inteligentísimo y muy bello, el ángel adolecía del pecado satánico por excelencia, del que emanan todos los demás: la soberbia.
El asalto al capitolio
Saber perder
El trumpismo deja dos avisos: la combinación explosiva de desigualdad y sectarismo
Imagen de algunos de los asaltantes al Capitolio.
Temas
Lo más visto
- La madre de Moisés habla alto y claro sobre la victoria de Óscar en 'Pasapalabra'
- Las otras muertes de José, el abuelo que ha matado a sus nietos en Granada
- Estas zonas de España estarán 'bajo el agua' en 2050 por la subida del nivel del mar
- Irán confirma la muerte de su presidente, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero
- Estado Islámico reivindica el atentado en Afganistán en el que murieron tres turistas catalanes