Un mal de nuestro tiempo

Populistas sin complejos

No es suficiente con demonizarles ni con inhabilitarlos, como ahora se pretende con Trump. Hay que ganarles en el campo electoral ofreciendo mejores políticas sociales y económicas

El presidente Donald Trump el pasado 4 de enero. / MANDEL NGAN

El populismo no es una ideología política que pretenda mejorar la vida de las personas, es una estrategia para la toma del poder político. Los populistas no quieren cambiar el sistema socioeconómico existente. Por eso no hacen revoluciones, que son más bien cosa de las izquierdas marxistas. Lo que quieren es ocupar el poder. Por eso polarizan la vida política y promueven acciones violentas de sus partidarios. Para la democracia es más fácil desactivar una revolución o un golpe de Estado que este tipo de acciones populares violentas.

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