La tribuna

El despertar de la razón

Esperemos que en 2021 alguien se anime a probar a apelar a la racionalidad de unos votantes exhaustos tras tanto drama, dejando de convertir en un problema la democracia y sus reglas

Joe Biden, en diciembre en Delaware. / ROBERTO SCHMIDT

Ni el año viejo hemos podido despedir sin ahorrarnos la enésima porfía ridícula, construida esta vez sobre unos adornos florales, la bandera de España o los rótulos de Cachitos. No pasa un día sin que alguien nos reclame indignarnos por algún escándalo, encabronarnos ante alguna conducta intolerable o vilipendiar a otro por su condición de cómplice, secuaz, bellaco o traidor. La política en España es un drama de Calderón de la Barca, representado sin interrupción las 24 horas de los 365 días del año.