Conocidos y saludados

Encarnado en el bolero

Armando Manzanero, autor de más de 400 composiciones, quitó importancia a su capacidad creativa porque, dijo, solo era el reflejo de su facilidad para enamorarse

El cantautor mexicano Armando Manzanero, en una foto de archivo / Efe Sáshenka Gutiérrez

Todo lo que pasa en la vida, antes ya lo ha cantado un bolero. Así justificaba Teresa Pàmies su interés por un estilo musical más que centenario que vivió los avatares de todos los cambios pero que sigue ahí. Amoldándose a la más amplia variedad de voces que, generación tras generación, han querido hacerlo suyo. Adaptándose a todos los registros que se le presenten y relacionándose con los diferentes estados de ánimo que los sentimientos producen. Amor y desamor, duda y desazón, despecho y razón, derrotismo y exaltación, búsqueda y reproche, orgullo y pasión. Y así lo demostró radiofónicamente la escritora durante tres lustros describiendo las cosas de la vida a ritmo y verso de lo que conmovía a García Márquez porque “que un bolero pueda hacer que los enamorados se quieran más aunque sea un momentico es culturalmente importante. Y si es culturalmente importante, es revolucionario”.