Corregir una omisión

No es milagro, es ciencia

Hasta tal punto confío en la comunidad científica que confío también en los mercaderes que danzan a su alrededor.

Las primeras dosis de vacunas contra la Covid-19 en el Banc de Sang i Teixits.

Teníamos la esperanza puesta en la vacuna y la vacuna ya está aquí. A pocos metros de casa, en un congelador a muchos grados bajo cero o en las manos de un sanitario dispuesto al efecto. El pinchazo es más o menos inminente. Ha sido, dicen, un milagro de la ciencia. Mienten. No es un milagro. Milagro fue lo de "levántate y anda" y lo de "aquí hay pan y peces para todo el mundo". Lo de la vacuna ha sido el resultado de un empeño descomunal, de una dedicación a prueba de bomba, de una conjunción de intereses nunca vista hasta ahora y de una monumental inyección dineraria. Hace unos meses nadie apostaba por verla antes de bien entrado 2021, pero he aquí que no le hemos dado portazo todavía a 2020 (¡qué ganas tenemos!) y ya se cuentan por miles las personas vacunadas. Son pocas, lo sé. Habrá que contar por millones, para empezar a cantar victoria. Pero cada mil vacunados hoy, son mil enfermos menos mañana.