No tardó en llegar el sonido. Un rumor lejano. Parecía que se quedaría allí, en esas desgracias ajenas que cada vez ocupan menos espacio en las páginas de Internacional. Parecía. Empezó el año con la jura de cargo de los 22 ministros. El Gobierno más progresista y feminista de nuestra democracia reciente. Ese era el titular. En el cuerpo de texto no cabían más interrogantes. ¿Resistiría? El Rey abría la legislatura e instaba a los partidos a recuperar la confianza de la ciudadanía. Ay, qué dura es la hemeroteca. Puigdemont congregaba a más de 100.000 personas en Perpinyà. El gobierno de Sánchez y el ‘govern’ de Torra constataban sus diferencias. Y Trump salvaba el 'impeachment'. Hasta que el cri-cri dejó de sonar distante.
BALANCE DEL 2020
Cri-cri, llegó la plaga
La epidemia adoptó múltiples formas; también la del monstruo que habita las casas, el que humilla y golpea; el que abusa. Las cuentas se poblaron de restas. No salían. Y cedieron las pinzas que aguantaban tantos equilibrios
Dos sanitarios atienden a un paciente de covid en la uci del Hospital de Sant Pau de Barcelona. /
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