Me ocurre cada vez más a menudo. Tengo la sensación de que el fútbol, sin público, se aleja cada vez más de su público. Qué paradoja. Y no es el fútbol el responsable, sino quienes lo dirigen. Como los músicos del Titanic, tocando en cubierta como si no pasase nada, mientras los pasajeros se peleaban por subirse a los botes viendo cómo la nave se iba a pique.

No me gustan los premios individuales en un deporte de equipo. En condiciones normales entiendo que el show, la retransmisión, la fiesta en sí... puede tener un pase. Pero con el covid en nuestras vidas ¿tiene algún sentido dar premios en una temporada que no ha sido tal? Por ejemplo, la Ligue1 ni siquiera terminó. La española, inglesa, italiana y alemana pararon tres meses por la pandemia y se reanudaron en unas condiciones precarias por la excepcionalidad. La Champions se vio obligada a modificar su formato y la Eurocopa se tuvo que cancelar...

Ocasión perdida

Ahora toca el premio The Best que otorga la FIFA.Y se lo dan a Lewandowski, con pajarita en conexión con la gala. Muy bien. El polaco arrasó con el Bayern en la Bundesliga y ganó la Champions. En un año en el que nadie hizo más méritos que él. Lleva 15 goles en la Bundesliga y 3 en la Champions. Fenomenal. ¿Seguro que son Cristiano y Messi los dos jugadores mejores del mundo tras Robert en el maldito 2020? ¿O son los que más dinero siguen moviendo en el negocio del fútbol ? Da la sensación de que a la FIFA le da igual la pandemia, el público en casa, los jugadores sometidos a calendarios extraordinarios o las competiciones que dejaron de celebrarse. Su 'The Best' caiga quien caiga.

'France Football' canceló el Balón de Oro en julio con argumentos tan contundentes como que “no se puede tratar como ordinario lo que claramente es una situación extraordinaria. Porque el Balón de Oro transmite valores como la ejemplaridad, la solidaridad y la responsabilidad además de la excelencia deportiva por sí sola”. Qué ocasión ha perdido la FIFA de fingir que VISA es solo uno de sus patrocinadores...