POESÍA RACISTA

Si el rey blanco da permiso

Cada año en Navidad pienso en ‘Les joguines’, el poema clásico de Bofill, Puig y Serra, pues no consigo resolver la pátina perversa y racista encima del costumbrismo mágico y feliz

Los Reyes Magos, en una cabalgata del 2020. / ACN

'Quan per la tardor se'n va l'oreneta no li dic: Adeu! Li dic: a reveure!'. Por alguna razón tengo muy grabados los poemas que nos hicieron aprender en la escuela, recitando con toda la clase. Intenciones pedagógicas aparte, me parece un legado muy bonito.

Cada momento del año tenía su poema correspondiente, pero el único que perduró año tras año hasta el último curso fue el de Navidad. Se iba haciendo más largo y complejo, claro.

Todo era sencillo con Guerau de Liost y sus pastores que ruedan con vestidos nuevos, perdiendo los bueyes y los cencerros. No puedo decir lo mismo del 'Poema de Nadal' de Sagarra, un trozo del Canto I y uno del III, a pellizcos: 'Un camí! Quina cosa més curta de dir! Quina cosa més llarga de seguir! Quin so vulgar i estrany! Un camí! El camí significa humilitat, vol dir renunciament a fi de bé'. Que me suelte el brazo, que quiero ir a jugar a Pokémon. Con perspectiva puedo afirmar que ninguna persona de la clase, de Mireia Amorós a Anaïs Valdivia, debíamos entender nada de lo que repetíamos.

De memoria

Un poema de cuando éramos más pequeños y que se seguía muy bien, en cambio, es ‘Les joguines’. Un clásico de Bofill, Puig y Serra. Lo recuerdo muy nítidamente y lo escribiría de memoria.

'Les joguines molt cansades, estan tipes de voltar. Dins del sac totes plegades s’han posat a rondinar'. Hasta aquí todo bien. 'Al rei negre li demanen que les deixi en un balcó'.  ¿Y los demás? 'Ho faré! –diu el rei negre, i com més a prop millor'. Ajá. 'Si el rei ros no ens ho complica' (como?) 'i el rei blanc dona permís' (pero qué?) 'ara us pujo de seguida al balcó d’un cinquè pis' (dios mío). 'Quan el sol ja despuntava vaig alçar-me del meu llit. Quina sort quantes joguines m’han deixat aquesta nit!'. No, perdona, no te han. Te ha dejado. El rey negro, que claramente hace el trabajo duro de la noche. Y todavía tiene que dar explicaciones a los otros dos. Y son los juguetes los que le dan la primera orden.

Cada año en Navidad pienso en este poema. No lo escojo pero me vuelve. Supongo que es porque no resuelvo la pátina perversa y racista encima del costumbrismo mágico y feliz. A medida que pasan los años (y las injusticias y las catástrofes) me parece menos inocente y más triste y siniestro, agravado por la cantinela pesada de los niños cuando recitábamos y recitan poemas, especialmente el de Navidad.