Editorial

Escenarios reinventados

Stay Homas estrenan el sistema de transmisión en ’streaming’ de la sala Barts, con pantallas en las que aparecen algunos de los espectadores, este lunes. / FERRAN NADEU

A causa de las restricciones totales en los espacios escénicos o de la reducción actual del aforo, y con el ruido de fondo de hipotéticos cierres futuros, las salas de teatro se intentan reinventar con distintas propuestas. Es el caso, por ejemplo, del TNC Digital, con los estrenos disponibles en la red cuando acaba su efímera vida escénica, del Lliure Al Sofà, o de la retransmisión en 'streaming' que promociona el festival Temporada Alta, así como de los casos en que las obras ya nacen pensadas para ser vistas a través de Zoom o en plataformas digitales, o de montajes históricos que pueden visionarse desde casa.

El teatro y la danza, incluso más que la música con su doble vertiente en directo o grabada, están pensados para la inmediatez y no puede suplirse el contacto directo entre artistas y espectadores. Pero las circunstancias han dificultado enormemente esta comunión. Por eso son relevantes las iniciativas que se proponen –a un precio razonable y asequible, como otras formas de ocio que han conseguido dejar atrás una insostenible gratuidad indiscriminada– la ampliación del público interesado, la continuidad del apego a las salas y la posibilidad que los profesionales puedan seguir trabajando en tiempos críticos.