Hace unos años, La Maña actuaba en el Teatre de Salt. Era un espectáculo de varietés, con provocaciones sexuales y bromas sobre los calvos de las primeras filas. No sé por qué a los calvos siempre les toca, pero en este tipo de espectáculos suelen ser la diana perfecta del artista que baja a la platea y empieza a deambular entre el público. Si eres calvo o pones cara de ingenuo, lo tienes claro. A mí me pasó en El Molino en el siglo pasado. Sin saber cómo, me vi haciendo de comparsa mientras cantaban 'La banana', que decía así: "Si usté quiere se la pelo, y se la come después".
Volvamos a La Maña. Salt está cerca de un pueblo que se llama Montfullà y ella, claro, aprovechó la ocasión sonora; tuvo a mano cuatro o cinco minutos de chistes fáciles. Ahora, en Austria, han decidido cambiar el nombre de un pueblo que se llamaba Fucking: se llamará Fugging, para evitar las bromas. Se equivocan. Lo que era un atractivo (vulgar, lo reconozco) pasa a ser una vulgar nomenclatura inventada. Las riadas de turistas que hacían cola para hacerse la foto ahora desertarán. Espero de todo corazón que Montfullà, Fullà (en el Conflent) o Espolla (en el Alt Empordà) no sigan el ejemplo.