Durante la segunda mitad del siglo XIX, Charles Cunningham Boycott fue contratado por el conde de Erne como administrador de sus tierras en el Condado de Mayo, en Irlanda. Sus malas formas provocaron que nadie quisiera hacer negocios con él. Es más, finalmente, la Liga Agraria Irlandesa facilitó a los campesinos la posibilidad de evitar a Boycott y no llevar a cabo ningún negocio con él. Incluso el ferrocarril se negó a mantener tratos con este capataz abusón.
al contado
El retorno de Charles Cunningham Boycott
Llamar a utilizar un comercio y a evitar el otro replica las peores prácticas maniqueístas de la política
Colau, durante una comparecencia, en septiembre. /
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