Peccata minuta

La señora Carulla

Montserrat Carulla, en el 2016 / ADRIANA DOMINGUEZ

Hace casi 40 años me enamoré literalmente -ella tenía 41 y yo 16- de Montserrat Carulla viéndola representar 'La filla del mar', dirigida por Ricard Salvat, en el Poliorama de las Ramblas, ¡Cuánta belleza, elegancia y armonía desprendía su rostro, cuánta música brotaba de las palabras de Àngel Guimerà pasadas por sus labios! También aquel día descubrí que el catalán podía ser una muy noble lengua de verso en voz alta, como el italiano de Dante o el francés de Racine. Todo en Carulla era terriblemente humano, aunque caligráficamente pasado a limpio.