ANÁLISIS

Carulla, una actriz única e insuperable

Montserrat Carulla, en su casa, en una imagen del 2013. / ALBERT BERTRAN

En un país como el nuestro donde a menudo parecen irreconciliables las generaciones, Montserrat Carulla ha demostrado una admirable juventud aún llevando todo ese peso y ese gran bagaje a sus espaldas. Su contribución a la renovación del teatro en los años 50 y 60, un eslabón que permitió recuperar parte de una tradición, fue fundamental. Su compromiso con el teatro, trabajando en obras de Josep Maria de Sagarra, como 'Soparem a casa' y 'El fiscal Recasens', abrió un camino importante. Pero si algo conocía bien Montserrat Carulla, admiradora de la poesía de Pere Quart, eran los secretos de la métrica. Recitaba sin conciencia de la técnica, no tenía ni que pensar en ella.