Editorial

Hacia una nueva etapa en el Barça

La tardía dimisión de Bartomeu debe dejar paso a una era en la que el club recupere el prestigio perdido

Bartomeu, en el palco del Palau Blaugrana durante la pasada semifinal de la Liga de Campeones de fútbol sala. / EFE / ENRIC FONTCUBERTA

El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, ha dimitido, al fin, después de unos últimos meses en que las polémicas sobre su gestión se han acumulado hasta llegar a una situación insostenible. La dolorosa derrota ante el Bayern y el intento de despedida de Messi fueron la espoleta que activó una moción de censura a la que se adhirieron miles de socios en unas circunstancias complicadas a causa de la pandemia. El impacto fue tal que Bartomeu, ante una queja tan intensa y persistente, intentó desacreditarla con una denuncia que no prosperó y luego se ha escudado en la crisis sanitaria para retardar una votación con muchas posibilidades de prosperar.

Queda lejos aquel 2015, triunfante en lo deportivo, en el que consiguió derrotar a Laporta y acceder a una presidencia que ya ostentaba como sustituto de Sandro Rosell. Desde entonces, su mandato ha estado marcado por una decadencia social y futbolística, con una situación económica precaria, jalonada por episodios de disputas internas y dimisiones en la junta, una nefasta política en el banquillo y la cantera y confrontaciones con las figuras del equipo. La tardía dimisión deja paso a una nueva etapa en la que el Barça debe recuperar el prestigio perdido.