AL CONTRATAQUE

Carta desde mi baldosa

Cuando te enfrentas a dificultades de proporciones bíblicas, la solución es cuidar tu espacio vital, y eso sirve para afrontar de todo, incluso el coronavirus

Una niña echa gel hidroalcohólico en las manos de su madre, en un parque de Barcelona, el pasado 6 de octubre. / JORDI OTIX

No dispongo de autoridad moral ni solidez filosófica para dar consejos a nadie sobre cómo vivir. Me conformo con aplicar la teoría de la baldosa. Es muy simple: cuando te enfrentas a dificultades de talla extragrande, obstáculos de proporciones bíblicas, la solución es cuidar tu baldosa. Eso sirve para afrontar de todo: el machismo, el racismo, la homofobia, el fascismo, el cretinismo y varias cosas más que acaban en -ismo; y también, como es obvio, para esa plaga en forma de pandemia que se llama covid-19.