ANÁLISIS

El poder que Piqué no ejerció y Ramos, sí

Leo Messi y Gerard Piqué, en el clásico. / JORDI COTRINA

Este partido lo he visto llegar y lo he vivido unas 1.534 veces. Y ustedes. El Real Madrid pierde, hace el ridículo tres días antes de visitar el Camp Nou, le llueven palos a porrillo, se cuestiona todo, hasta el trono de un divino como Zinedine Zidane, e, incluso, ¡pero quién se creyó esa trola de que Sergio Ramos no iba a estar en el clásico!, que van a venir sin su timonel, sin su capitán, sin el jugador que comanda sobre el césped, intimida al árbitro y telegrafía, con su teatro, la decisión del colegiado del VAR.