Peccata minuta

Trapero

Josep Lluís Trapero

El pasado miércoles desperté feliz con la absolución de Josep Lluís Trapero. Habiendo solo coincidido con él, a través de amigos comunes, en contadas pero muy cordiales ocasiones, y sabedor de que tenía cero posibilidades de que respondiese a mi llamada, marqué su número -¡el cuerpo, no el policial sino el mío, me lo pedía a gritos!- y me encontré con su voz de Leonard Cohen en la oreja. Al pedirle por qué, siendo el hombre más requerido del día, había atendido a un número desconocido, me confió que esperaba la llamada de una 'tieta' de quien no tenía el teléfono en la memoria de su móvil. Lo que hablamos no tiene relevancia alguna: solo quise mandarle un abrazo fraternal.