ANÁLISIS

Ojalá sea cierto

Casado pareció sincero, como si llevara tiempo queriendo reivindicar un PP centrista, reformista, respetuoso de la diversidad

El presidente del PP, Pablo Casado, en la tribuna del Congreso / E. PARRA (EUROPA PRESS)

Para saber si a Pablo Casado la moción de censura le ha servido para consolidarse como el líder moderado que necesita la derecha española habrá que esperar a ver si su brillante discurso contra Vox y contra Santiago Abascal tiene continuidad en el tiempo o si solo fue un ardid para salir de la trampa que le tendieron los ultraderechistas. Porque la moción se presentó como una iniciativa contra Pedro Sánchez, pero realmente iba dirigida contra el PP a quien, como recordó Casado, Vox pretende suplantar. Así que el papel más difícil del larguísimo debate parlamentario le tocaba al presidente popular y en él estaban puestas todas las miradas. No se puede decir que también estuvieran puestas todas las esperanzas. De ahí que sorprendiera tanto el modo tajante con que Casado le espetó a Abascal un “hasta aquí hemos llegado”, con el que rompió en pedazos la foto de Colón.