La presión estética

La mirada tierna

Cuanto más nos ocupamos en 'mejorar' nuestros cuerpos y en opinar de los cuerpos de los otros menos nos fijamos en lo que de verdad importa

Ilustración de Leonard Beard. / LEONARD BEARD

No sé muy bien cuánto peso ahora mismo porque hace más de un año que no tengo báscula. También he dejado de ponerme ropa que me sea muy incómoda y de hecho esto es un problema (para el patriarcado, no para mí, claro) porque cuando te acostumbras a la comodidad te das cuenta de que la ropa diseñada supuestamente para señora es de una poca practicidad que asusta: tejidos que aprietan, tacones que hacen daño en los pies y pocos bolsillos (es decir, la obligatoriedad de llevar siempre bolso). La mascarilla y la poca actividad social también han hecho que mi maquillaje se aburra en los cajones.