DOS MIRADAS

El elixir de la rabia

Manifestación convocada por sanitarios residentes MIR en su segunda  jornada de huelga para reclamar un convenio colectivo.  / DAVID CASTRO

El populismo se sostiene gracias al voto de los despreciados por el sistema. Repasemos la sociedad que tenemos, la que consentimos. Una escuela pública renqueante, incapaz de ofrecer al alumnado de los barrios más desfavorecidos una educación que les permita encarar el futuro en igualdad de condiciones. Una sanidad pública lastrada por unas listas de espera que alarga el dolor y la incertidumbre a quienes no pueden pagarse un seguro privado. Viviendas que se comen los ingresos de los trabajadores precarios. Pisos insalubres para tantos que sobreviven en la economía sumergida. La cultura convertida en un coto para privilegiados. La distracción permanente como salvoconducto a la ignorancia, la mutilación del pensamiento crítico. Y, al fin, la incertidumbre como compañera de vida.