Análisis

Política presa

Si liberar a la política catalana de la carga emocional que la atenaza era ya una necesidad objetiva antes de la pandemia, ahora es una urgencia

De izquierda a derecha, Joaquim Forn, Jordi Cuixart, Oriol Junqueras y Raül Romeva, antes de su nuevo ingreso en la prisión de Llenoders, el pasado 28 de julio. / EUROPA PRESS / PAU VENTEO

Dos obviedades. Primera: que hay políticos catalanes presos, es una evidencia. Segunda: que desobedecieron, también lo es. Se puede discrepar de los tipos aplicados por el Tribunal Supremo -la reforma del Código Penal que impulsa el Gobierno central pretende enmendarlo-, pero los políticos que cumplen condena promovieron las leyes de referéndum y de transitoriedad jurídica, convocaron una consulta unilateral y avalaron la declaración de independencia.