ANÁLISIS

Humanitarios del hambre

Desplazados somalís hacen cola para recibir alimentos del PAM, en un campo de Mogadiscio. / ROBERTO SCHMIDT (AFP)

El hambre es la peor pandemia que afecta a la humanidad en estos momentos. Ni siquiera las cifras del covid pueden hacer sombra a esta otra realidad. Por más asustados que estemos ante el avance del virus, a este lado del mundo vivimos en la despensa y nos parece imposible primero que el hambre exista y aún más que el hambre mate. Pero ocurre diariamente y su impacto es incomparable con ninguna otra epidemia. La alarma de haber superado el primer millón de muertos por covid se alcanzaba hace solo unos días, en el mismo tiempo el hambre ha matado siete veces más personas en todo el mundo y cuando acabe el año el registro superará los nueve millones de personas, la mayoría niños que no podrán llegar a cumplir sus primeros 10 años de vida. Si se trataba de poner de manifiesto "la pandemia" el Premio Nobel ha sabido asomarse al lado más oscuro del planeta, y premiar a quien intenta paliar sus peores consecuencias.