opinión

Nazis, ultras e identitarios

El discurso de odio hacia los inmigrantes u otros colectivos minoritarios sigue presente en Europa

Simpatizantes de Amanecer Dorado en una manifestación de Grecia.  / ANDRES MOURENZA

Las condenas a siete miembros de la dirección de Amanecer Dorado, entre ellos su caudillo, Nikolaos Michaloliakos, por un delito de dirección de banda criminal, a dieciocho dirigentes por pertenencia a la misma, y a Michaloliakos y otros dos por posesión de armas, significa el punto final al proyecto político y social, racista y autoritario que creció en Grecia en un momento que el país padecía una gran crisis social y económica. Un proyecto político ultra que iba en dirección contraria de las políticas de actualización y maquillaje que realizaban partidos de larga tradición xenófoba como el Frente Nacional, con Marine Le Pen a la cabeza, matando simbólicamente a su padre y arrinconando al hasta 2019 eurodiputado, Bruno Gollnisch, que continuaba sin renegar del legado de los regímenes derrotados en 1945.