Desde Sants

Ni olvido ni perdón

Rodaje de ’La mort de Guillem’. / MIGUEL LORENZO

En Sants las paredes siempre han gritado, es algo que noté cuando llegué al barrio, vista la cantidad de pintadas y murales que se extendían por las calles. Aún ahora pasa y a veces gritan que se paren los desahucios o que se libere a los presos políticos. Otras veces son declaraciones, como cuando Fernando encuentra que Claudia es su 'queen' (y se lo hace saber con un corazón atravesado por una flecha), u órdenes que dicen "no cerréis tan temprano, cutres" en la calle de Riego. El otro día, sin embargo, y como si la persona que la hizo no hubiese tenido tiempo de terminar la obra, encontré un "Ni oblit, ni perdó". ¿No olvidar qué y no perdonar a quién? Con alguna otra frase quizás podría haberme imaginado una historia cualquiera, pero esta frase, justo esta, sabía exactamente a qué se refería.