ANÁLISIS

Mentiras, redes y radicales

Un manifestante ondea una bandera de los Proud Boys en una protesta ante el Capitolio de Oregón, el pasado 7 de septiembre. / ANDREW SELSKY (AP)

Apunten este nombre: Proud Boys, (chicos orgullosos). No los encontrarán en Spotify, porque a pesar de lo que parece no son un grupo musical. El esperpento del primer debate entre los candidatos Donald Trump y Joe Biden los ha traído al centro de la agenda y, aunque muchos no los conocían, este grupo supremacista ya se ha convertido en una de las principales amenazas a la seguridad de la primera potencia mundial, según el FBI. Son los nuevos vigilantes, una tribu que se arroga el derecho a salir armada y amenazar a todo el que no forme parte de su grupo, ya sean negros, musulmanes, feministas o simplemente demócratas tolerantes. En muy poco tiempo han pasado de reivindicar el orgullo de una sociedad decimonónica, donde la esclavitud era lícita, a concretar un credo de supremacía blanca que se defiende mediante la violencia.