MOVILIDAD

Una ciudad amable no es un juego

Recuperar para los peatones y los vehículos a propulsión humana el espacio perdido hace décadas era muy necesario

Dos niños descansan en uno de los polémicos bloques de hormigón en forma de banco ubicados en la calle de Consell de Cent. / FERRAN NADEU

No entiendo los colores que han pintado, ni las pelotas de hormigón ni, tampoco, las mesas de ajedrez fijas; ni las rayuelas ni las pseudo-mini-pistas de atletismo que han dibujado en el suelo. Pero sí que pienso que era muy necesario recuperar para los peatones y los vehículos a propulsión humana todo ese espacio que está recuperando en Barcelona.