El laberinto catalán

La farsa de Puigdemont

El 'expresident' clama por la unidad soberanista mientras escupe a todo el que no se doblega a su interés principal: seguir siendo el presidente emocional de la Catalunya independentista

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. / EUROPA PRESS

En esta Catalunya jactanciosa y decaída, Carles Puigdemont tacha a Miquel Iceta de ‘malparit’. Malnacido. El ‘expresident’ encuadra el insulto en un epigrama, esas breves piezas satíricas. Asegura utilizar el término en el sentido habitual que se le da en Catalunya. Para despejar dudas, la alegre cofradía del 'bullying' virtual se ha apresurado a aclarar el significado exacto de la palabra. ¡Qué alegría deben de sentir al saberse bendecidos en sus campañas de acoso!