La 12ª legislatura agoniza. Entre la retórica y la gestualidad, una gestión gubernamental discreta en el mejor de los casos, con 'consellers' esforzados y voluntaristas, pero limitados por la provisionalidad en la que el Govern quedó congelado cuando la lógica de la restauración y la transitoriedad se impusieron, los meses han ido pasado. Y después, con la llegada del coronavirus, la emergencia se impuso y la vida de todos se trastornó. El país afronta una gravísima crisis económica y social, que llueve sobre mojado cuando todavía no hemos curado todas las heridas de la gran recesión que se inició en el 2009. Las palabras grandilocuentes suenan aún más vacías cuando no conectan con la vida de la gente.
EL LABERINTO CATALÁN
Así, no
Si los independentistas aspiramos de verdad a avanzar, debemos asumir que empeñarse en repetir los errores del pasado más reciente solo nos llevará a más dolor colectivo
El ’president’ Quim Torra entra en el salón de plenos del Parlament, el pasado 8 de julio. /
Lo más visto
- Manolo García: “De estas elecciones me ha gustado que, de cada dos catalanes, uno no ha ido a votar”
- Marc Janeras: "Los gestores de Rodalies han conseguido vaciar el tren; están desmantelando el uso de la R3"
- Tres turistas catalanes mueren en un tiroteo en Afganistán
- Los bancos tendrán que ofrecer a sus clientes morosos renegociar la deuda antes de llevarles al juzgado
- Estos mutualistas se quedan sin recuperar su dinero de la renta