La oferta de Pedro Sánchez abriéndose a la posibilidad de decretar estados de alarma autonómicos a petición de los gobiernos interesados supone una posibilidad negada a mediados de marzo, cuando el "saldremos unidos" dominaba el discurso del presidente del Gobierno. La gravedad de la situación no es exactamente la misma que en primavera pero tampoco se mantiene la bonanza de finales de mayo, cuando Sánchez, para sacar adelante la última prórroga del decreto, abrazó la cogobernanza que, a su vez, supuso el pistoletazo de salida de una carrera entre autonomías para ver dónde se daba por finiquitada antes la desescalada. Solo han pasado unas semanas de aquellas prisas irreprimibles por escenificar la recuperación del mando de los presidentes autonómicos, con Torra a la cabeza, a los miedos actuales por una segunda oleada de la pandemia.
COMPARECENCIA DE SÁNCHEZ
¿Impulso de la cogobernanza o trampa?
Pedro Sánchez participa en el Consejo Europeo Extraordinario. /
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